Ministerio Penetrando en las Almas

Hay algo que es importante que sepas; lo que determina la clase de vida que has de tener depende en gran manera del concepto que tengas de ti mismo. Hay muchísimas personas a nuestro alrededor con una baja estima y una pobre imagen de ellos mismos. No podemos permitir que la sociedad en que vivimos nos acondicione a causa de alguno de nuestros defectos y errores pasados. ¡Nosotros hemos nacido para ser ganadores y no perdedores! Hemos sido creados por la poderosa mente de nuestro Dios y el ha puesto en cada uno de nosotros todas las condiciones y recursos para desarrollarnos al máximo y bajo ningún concepto llevar una vida mediocre; por el contrario hemos sido llamados a vivir una “vida abundante”. ¿Cuál es el secreto? ¡Hemos sido creados a imagen de Dios! Hechos con un material resistente a la depresión, al antagonismo, al pesimismo y a la negación. ¡Por supuesto que se puede! Recibimos por creación el aliento de vida del Altísimo y como si fuera poco tenemos la sangre de un “campeón” en nuestro ser interior. Uno de los sentimientos que nos lleva al desanimo y a la depresión es el rechazo. El ser rechazados provoca en nuestro corazón una herida que no solo nos duele sino que también nos hace sentir desvalorizados, incapaces de satisfacer las expectativas y hasta incapacitados. Este mismo sentimiento nos paraliza, nos aísla y llegamos a pensar cosas terribles de nosotros mismos. –no sirvo para nada. –no hay nada bueno en mi. –soy una porquería. –para que habré nacido. –nunca nadie me va a querer.

En 2 Samuel Cap.9 vemos a un Mefiboset quien al ser llamado por el Rey David para sentarse a su mesa; dijo sentirse como “un perro muerto”. Siendo Mefiboset nieto del Rey Saúl, su complejo de inferioridad y su baja estima de si mismo salió a relucir en ese momento que debería de hacer sido de gran alegría en su vida. ¿Habrá algún complejo en tu vida que te este limitando a recibir la bendición que Dios tiene para ti? Notemos que el Rey David no pregunto: ¿Hay alguien que merezca?, - ¿que sea inteligente?, - ¿que reúna los requisitos? 

Su pregunta fue: ¿Hay alguien? De la misma manera nuestro Padre Celestial te llama y te busca solo para bendecirte. El nos ama a todos igual y nos acepta tal cual somos. Te invito a que aceptes su llamado; abre tu corazón al Señor y acepta sus bendiciones. Acepta el reto. Recuerda hay una vida de victoria y vida abundante esperando por ti. Quiera Dios que este sea el comienzo para tu bendición.

“He aquí yo estoy a la puerta y llamo (dice el Señor), si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entrare a él, y cenare con él y el conmigo”

Por Lucy Carmona