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Todos tenemos una gran meta y es llegar hacia una madurez Espiritual y esto se logra con una santidad equilibrada es decir, una santidad Integra.
Cuando hablo de una santidad integra me refiero a la pureza; si te colocas a pensar sobre la santidad, la integridad y la pureza, estoy seguro que llegaríamos a una misma conclusión y seria que estas tres no pueden ir separadas; porque, para que cada vez puedas ser mas santo necesitas ser integro y cuando se es integro se necesita manejar la pureza.
Muchachos por eso con este devocional quiero enfocarme mucho más en la pureza, porque sin esta no podríamos ser santos de una manera íntegra.
Para mantener la pureza debemos empezar a establecer convicciones y criterios.
-¿convicciones y criterios? – sí, si no creamos convicciones no tendríamos una creencia firme de lo que es la verdad, todos los grandes hombres de la Biblia, establecieron convicciones, ellos sabían su posición en el reino, así mismo tenemos que hacer nosotros establecer una posición y actuar conforme a su palabra.
Y de igual forma tenemos que establecer criterios donde podamos escoger entre lo bueno y lo malo, sabiendo que es lo que le agrada a Dios, tenemos que tener un pensamiento crítico basados según los mandatos de él.
José, el que fue vendido por sus hermanos estableció convicciones y criterios cuando la esposa de Potifar lo sedujo para acostarse con él (Génesis 39); el tenia una convicción clara y era guardarse para Dios, estableció criterio y dijo NO ante la tentación. Podemos ver a lo largo de su historia que fue un exitoso hombre de Dios, llego a gobernar, Dios le dio potestad sobre pueblos. Todo ocurrió por querer mantenerse puro ¿Qué hubiese pasado si hubiese cedido a la tentación? No creo que le fuese ido muy bien.
Por eso les animo a que podamos mantenernos puros y no tan solo para sentirnos bien sino para glorificar a Dios, y ante cada situación desagradables podamos recordar esto: Las convicciones y los criterios en nuestras vidas, son el único camino para mantenernos atreves de los años, logrando una pureza y así llegar a una santidad integra.
Recordemos que los hábitos malos remplazan a los buenos, analicemos nuestras conductas y veamos si en verdad estamos sosteniendo una verdadera santidad.
