Vivimos una actualidad en donde todo mundo quiere hacerse su Dios a su conveniencia, cada quien trata de interpretar las Sagradas Escrituras para su bienestar pecaminoso olvidándose de lo que realmente Dios quiere para nuestra vida.
Y no voy a entrar en controversia señalando cada punto de pensamiento que alguien puede tener referente a esto, pero si quiero recordar un pasaje que habla lo que realmente la vida de un cristianoverdadero y convertido tendría que ser; Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”.
No tengo nada que decir, Jesús lo dijo todo, El nos dijo de lo que se trataría la vida Cristiana, lo que tendríamos que tomar en cuenta cada día de nuestro existir, pero lastimosamente hay muchas pero muchas personas que se han olvidado de dos cosas que son: “Negarse a sí mismo y Tomar su cruz cada día”.
Y es que cuando algo no conviene a nuestra naturaleza pecaminosa tratamos de obviarlo y disfrazar todo a través de la gracia y misericordia del Señor. El Apóstol Pablo escribía a los romanos lo siguiente:“¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Romanos 6:1, 2).
¿Por qué Jesús nos decía que tenemos que negarnos a nosotros mismos?, porque por naturalezasomos pecadores, y por ello tenemos que negarnos a lo que quisiéramos hacer según nuestros instintos pecaminosos, en pocas palabras, ya no ser los mismos de antes que vivíamos conforme a las corrientes de este mundo, sino ahora vivir como nuevas criaturas que somos, como hijos de un Rey.
En una ocasión Jesús frente a la mujer adultera luego que todos los que la acusaban se habían marchado de ese lugar sin tirar ni tan siquiera una piedra, Jesús le dijo lo siguiente: “…Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8: 10, 11)
Jesús le dijo: “Vete y no peques más”, en pocas palabras y tomando el versículo que desde un principio hemos leído, El le quiso decir: “Niégate a ti misma”, es decir, “vete y no sigas haciendo lo mismo”, y es que la voluntad de Dios es que podamos negarnos a nosotros mismos, negarnos a nuestros deseos pecaminosos que nos hacen sentirnos mal delante de Dios y que poco a poco nos alejan de Él.
Pero, ¿Por qué Jesús dijo, toma tu cruz cada día?, porque El sabe bien que vivimos una lucha diaria entre lo que nuestra naturaleza pecaminosa nos impulsa a realizar y lo que el Espíritu Santo que ahora vive en nosotros quiere que hagamos.
Este camino es una camino diario, en donde todos los días tenemos que recordar el sacrificio que Jesús hizo por nosotros para librarnos de la muerte eterna y debido a ese agradecimiento que tenemos con El, debemos recordar cada día de nuestro existir el tratar de agradecer ese sacrificio a través de una vida que trate (aunque le cueste) de agradar al Señor.
Vivamos cada día negándonos a nosotros mismos, aun cuando eso cueste mucho, pero intentémoslo, no nos rindamos de intentarlo, vivamos cada día tomando nuestra cruz y recordando que ahora ya no vivimos para este mundo, pues estamos en el, pero no somos de el, pues nuestra ciudadanía es celestial, no terrenal.
Hoy te invito a cultivar una vida que realmente agrada a Dios, aléjate del pecado, aliméntate de la Palabra, búscalo en oración, sírvele y alábalo y has que el centro de tu vida sea Jesús.
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”.
Lucas 9:23